jueves, 19 de febrero de 2009

Barajas

Con esto de los vuelos baratos dentro de Europa –y con barato me refiero a 5 euros-, el aeropuerto parece una plaza repleta de mendigos. Y no me excluyo: noche en autobús, metro, horas de espera, sentada en el suelo escribiendo junto a un enchufe. Mucha gente pasa la noche aquí, acurrucada sobre las bancas o a pata suelta en los rincones, con la cabeza sobre la mochila, y a veces incluso dentro de un saco de dormir. Lugares públicos que ya no son urbanos: de ciudadanos pasamos a usuarios, tomándonos cada uno cualquier efímero metro cuadrado, como si estuviéramos solos en nuestro cuarto y en piyama. Allá el vecino con nuestro hálito a noche en autobús.

No hay comentarios:

Publicar un comentario