Queridos lectores del mundo: uníos en otra parte. Quiero decir, de aquí en adelante, las narraciones de mis aventuras serán más bien retrospectivas: ha llegado la hora de trabajar. Heme en Sevilla, radicada estupendamente en la casa de mis tíos, sin excusa ninguna para seguir arrancando de la tesis. Con familia encantadora, a 20 grados, con luz hasta pasadas las 7:30 de la tarde, ¿puede uno pedir más? Así cualquiera se pone responsable...
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